domingo, 24 de abril de 2016

Hoy es el día

Yo no sé el concepto felicidad, yo solo vivo la vida.

Hoy es el día. Hoy es donde todo inicia o acaba. Hoy, no mañana; el día en que la verdad saldrá avante, o donde las tinieblas mantendrán oscura el alma.

¿Todo saldrá bien? ¿Habrá consecuencias? ¿Serán buenas o todo lo contrario? ¿Cómo anticiparnos a las situaciones y momentos? ¿Cómo mostrar entereza ante la incertidumbre?

Lao Tse decía:
"Si estás deprimido, estás viviendo en el pasado.
Si estás ansioso (e intranquilo), estás viviendo en el futuro.
Si estás en paz, estás en el presente."

¿Es mejor sufrir que lamentar no haber actuado en el momento? ¿Recordaremos el sufrimiento o lo convertiremos en una anécdota aleccionadora? ¿Por qué esperamos más de los demás que de nosotros mismos? ¿Por qué alimentar la mente con situaciones imaginarias que nos alegran momentáneamente? Las preguntas emergen de las semillas de la duda. La duda, incertidumbre, inseguridad y el deseo de controlar todo a nuestro alrededor. Esperamos que las personas sean buenas. Nos alejamos de quienes parecen no lo son. Dejamos que nos domine la emoción. "Adiós racionalidad, me escapo con la irracionalidad pues ella ofrece esperanza donde no la hay".

Tenemos el día de hoy, tenemos el día de mañana, tenemos todos los días. Tenemos toda una vida para actuar. Vivir, sufrir, aprender, trascender. Solo actuemos y observemos el fruto.