"En un mundo donde no hay amigos es como vivir en un desierto, cualquier lugar se siente desolado y vacío. "
- Philips, el durmiente anónimo
Un nudo en la garganta que no te deja respirar,ese ruido ensordecedor que no para, la sensación de no saber a donde huir, donde escapar de todo lo que te rodea. La nostalgia recordándonos lo que no queremos.
La soledad cantando una canción a nuestro honor y nosotros escuchándola atentamente.
Todos necesitamos de los demás, pero también necesitamos estar en nuestro propio espacio. Pensar con la cabeza fría, dialogar con nosotros mismos, y hasta retroceder en el tiempo recordando buenos momentos.
La soledad puede ser un momento positivo, podemos ocuparla para meditar, planear cualquier cosa por hacer, leer un libro, escuchar música sin que nadie moleste. Dentro de la oscuridad hay también luz.
También existe el otro lado de la moneda, usar el tiempo que nos da la soledad para quejarnos de nuestra mala suerte,
"no tengo lo que quiero",
"no soy importante para los demás , ¿para qué existo?",etc., un sin fin de dudas y tiempo perdido.
La programación con la que nacemos nos hace tomar muchas decisiones sin pensar claramente, tener complejos de culpa, traumatizarnos por que las cosas (y hasta las personas) no son como esperábamos. Estamos diseñados para fallar, tener errores y equivocaciones, no somos perfectos.
La soledad puede ser un momento de egoísmo,
"si las cosas no son como yo quiero entonces me alejaré de todos", de pensar solo en nosotros mismos.
Dicen que el camino hacia el destino lo trazamos nosotros, que los errores y desaciertos forman parte de nuestra vida, que la alegría y la tristeza no son eternas, que existe un mundo más allá esperándonos por que pertenecemos a el.
"Si hay algo mal en mi vida, es porque hay algo mal en mi", conócete a ti mismo y tal vez podrás hallar la respuesta a lo que buscas.
Disfruta de la soledad para hallar tu respuesta.
